La zanahoria es una hortaliza muy saludable y que proviene de la familia de las umbelíferas, también llamadas apiáceas. Las hortalizas son un conjunto de plantas que se cultivan por lo general, en regadíos o huertas. Este tipo de hortaliza es considerara una de las especies más importantes y más consumidas en los hogares. Tiene su origen en Europa y Asia sudoccidental y se cultiva por su raíz. Es sabrosa y con un color anaranjado. La zanahora se puede consumir de forma cruda, frita o cocida, preparada en distitntos tipos de platos, como ensaladas, platos calientes, pasteles de zanahoria, sopas, guisos, o para hacer jugos, entre otro tipo de productos.
Además los griegos y romanos la usaron mucho, pues encontraban en ella efectos afrodisíacos. La zanahoria, a diferencia de otras plantas, cuando se cocina, pierde muy poco su valor nutricional. Además, se dice que es la hortaliza con más vitaminas y minerales que hay, por lo que su consumo está recomendado para todo tipo de personas y para los enfermos, pues no cuenta con contraindicaciones.
La zanahoria es rica en betacaroteno, un antioxidante muy potente y que se dice, tiene propiedades anticancerígenas. Es el alimento con mayor proporción de este antioxidante que es el responsable de su color naranja. Al ser una sustancia liposoluble, se absorbe en el intestino, luego de la digestión de las grasas y se transforma en vitamina A (se eliminan los excedentes con facilidad). Esta vitamina es muy importante para el crecimiento y la diferenciación del tejido epitelial, del aparato gastrointestinal y del respiratorio, además de que ayuda a nuestro sistema inmune.
Desde que somos pequeños, se nos ha dicho que es buena para la vista. La zanahoria está compuesta por vitaminas y minerales, entre otras sustancias, pero el agua es el componente más abundante y luego los hidratos de carbono (estos nutrientes entregan energía). Tiene más carbohidratos que el resto de las hortalizas, ya que al ser una raíz, absorbe los nutrientes y los asimilas en forma de azúcares.
La zanahoria ayuda además a limpiar los dientes y estimula la secreción de saliva, lo que es de gran utilidad para mejorar de forma indirecta, nuestra digestión. Con el consumo regular de la zanahoria, nuestro organismo aumenta la producción de melanina, el pigmento que le otorga el color a nuestra piel. La melanina además es importante para protegernos contras las radiaciones solares dañinas producidas por los rayos ultravioletas A (UVA) y los B (UVB). La zanahoria se puede mezclar con leche o miel (infusión) para así ayudar contra la tuberculosis, la bronquitis, los catarros y aliviar el asma, limpiando las vías respiratorias. También es buena contra el estreñimiento, y problemas de intoxicación como catarros intestinales. El fósforo que está muy presente en esta hortaliza, sirve para evitar el cansancio, como también restaurar los nervios (calma).